Pescando en los verdaderos nortes
Llevaba ya casi dos semanas en Ostersund (Suecia) y empezaba a estar ubicado, conocía la ciudad, sabía por donde moverme (en bici, eso sí) a donde ir, en una palabra, estaba a gusto pero, apareció el gusanillo de la pesca, necesitaba poner en remojo algún sedal. Comentándolo con el director del museo donde estaba realizando las prácticas me indicó dónde ir, cómo hacerlo y, al día siguiente, se presentó con todos los aparejos que necesitaba; un taladro de acero de ...